Para llegar a comprender en toda su extensión el significado del término CRM, hay que comenzar por su definición. En este artículo te explicaré qué es, por qué y para qué usarlo y algunas ideas de cómo usarlo en tu negocio
Un CRM (Customer Relationship Management) es, en definición, un software para la administración de la relación que una empresa tiene con sus clientes. Se trata de un sistema de tratamiento de la información empresarial que permite una mejor gestión de las interacciones con nuestros actuales y posibles clientes. La administración de la relación con éstos, es una estrategia de negocios enfocada a los clientes.
Dada la definición anterior podemos deducir que CRM es mucho más que un software basado en el manejo de una base de datos, el CRM es una filosofía por la cual ampliamos el conocimiento de los clientes que tenemos y para lo cual se han desarrollado softwares y técnicas de análisis de las bases de datos (data mining).
Por todo ello la estrategia de CRM (Customer Relationship Management) de la empresa no debe de dejarse a un lado como un aspecto sin importancia.
La gestión de tus equipos de trabajo, así como la relación con tus clientes te permitirá ver qué miembros tienen un buen rendimiento y qué otros aspectos necesitan un poco más de atención por parte de otro recurso humano.
Incluso para empresas pequeñas, el uso de CRM para coordinar las acciones de ventas puede suponer un cambio importante.
Definir la hoja de vida de uno de nuestros clientes es una etapa diferencial en la estructura de un proyecto de CRM, el cual resulta fundamental para contar con datos de calidad que podremos aprovechar para generar relaciones más duraderas con ellos.
Esto es realmente de lo que trata un software CRM, de tener bien definido cómo serán tus contactos con ellos, qué debes saber y cómo acabarás usando esa información para conseguir que tus promociones y comunicación con ellos sean más eficientes.
La gestión de relaciones con el cliente (CRM) permite, por una parte, reducir costes y por otra, aumentaremos la rentabilidad de nuestra empresa mediante la organización y automatización de los procesos de negocio que fomentan no sólo la satisfacción de los clientes actuales y potenciales, también con técnicas de fidelización de los clientes en los campos de ventas, marketing y atención al cliente.