El desconocimiento geopolítico en el que nos encontramos aminora las expectativas de rentabilidad de las inversiones dentro del sector de la inmobiliaria bancaria para este año. Tras unos años con mucho movimiento, las previsiones se moderarán para este año, aunque el pesimismo no se ha llegado a adueñar del todo de los inversores. El sostenido escenario de bajos tipos de interés en Europa y de baja inflación sigue siendo un atractivo de mucho peso, y prioriza por delante de los mercados de inversiones alternativas y de la renta fija.
De todas formas, España parte de inicio con buena posición. Sin ir más lejos, Madrid y Barcelona están consideradas como ciudades altamente atractivas de Europa para la inversión inmobiliaria este año, gracias a que actualmente se dispone de óptimas perspectivas de crecimiento de los alquileres y a la mejora de la situación económica del país. Madrid y Barcelona se encuentran solamente por detrás de Berlín, que encabeza el ránking, y de Hamburgo, Frankfurt, Dublín, Múnich, Copenhague, Estocolmo y Lisboa.
Tras una encuesta, El 35% de todos los encuestados espera que el retorno de sus activos sea menor en el próximo año y el 53% admite que será muy difícil mejorar los índices de rentabilidad que se alcanzaron el año pasado. Circunstancias como El Brexit; las elecciones que hay previstas en Francia, Holanda, y Alemania; los riesgos provinentes de la inmigración y las desigualdades son culpables de que sean muchos los que opinen que los índices de rentabilidad no van a ser los mejores este año.
No obstante, los inversores creen que el impacto que ha causado el Brexit se va a limitar simplemente al mercado británico y no va a terminar de afectar a las inversiones en el resto de la Unión europea.
Otro inconveniente con el que nos encontramos es un mercado inmobiliario que está marcado por la escasez de activos prime de calidad y por una sensación de que aquellos activos disponibles estén sobrevalorados. En este existente entorno de preocupación por el riesgo, son muchos los inversores que están preparados para sacrificar algo de rentabilidad, ya que se intensifica la importancia de la gestión de activos como un elemento clave para poder gestionar rentabilidad y riesgo. Además, también existe una menor tendencia hacia la promoción inmobiliaria y existe mayor interés por activos que puedan generar ingresos seguros.
Una prueba de que el pesimismo no se ha apoderado del inversor es que seguirá existiendo una gran cantidad de capital. En esta misma encuesta, el 48% de los participantes cree que este año aumentará la disponibilidad de capital y solamente un 32% cree que seguirá igual.Además, estos inversores no estarán dispuestos a conformarse con unos menores porcentajes de rentabilidad y es más probable que dejen de lado los sectores comerciales, para centrarse en otros mercados alternativos que están en auge. El sector hotelero, o los sectores vinculados al bien residencial, como residencias para mayores, centros sanitarios, o alojamientos para estudiantes, pueden ser tendencia en este año 2017, tanto para la inversión, como para la promoción, y para la financiación.